Esta es una pequeña adaptación de una receta que le vi el otro día a Sergio Fernándes, no el de la 1, sino el de Canal Cocina. Me encanta verlo aunque sean programas repetidos. Él la hizo de lentejas, pero tengo que confesarte que en casa nunca las hemos comprado de bote, sólo de verlas me da un no sé que. Así que tampoco las iba a hacer para la ensalada. Como tenía en casa el cous-cous, me decidí a hacer esta versión, también estupenda para los días de calor.
INGREDIENTES:
1 pastilla de caldo de ave
1 vaso y 1/2 de cous-cous
2 rebanadas de jamón de york un poco gruesas, cortada en taquitos pequeños
1 trozo de queso amarillo (al gusto de cada uno y en función de su colesterol), cortado en taquitos pequeños
1 lata pequeña de piña
mantequilla
PREPARACIÓN:
1. Lo primero que vamos a hacer es poner a calentar agua y echarle la pastilla de caldo. Se puede hacer directamente con caldo o sólo con agua, pero es lo que había en casa. Normalmente las intrucciones dicen que hay que echar la misma cantidad de agua que de cous-cous, pero yo siempre le echo un poco más.
2. Cuando esté hirviendo, se echa el cous-cous y se le da un par de vueltas. Se deja reposar tapado. Cuando lleve un par de minutos (reconozco que no le dejé el reposo necesario, es que siempre voy justa para la hora de comer), se le añade un poco de mantequilla y se mezcla bien para que se suelten los granos.
3. Mientras tanto, en una sartén, con un poco de mantequilla, dorar la piña cortada en trozos pequeñitos.
4. Es la hora de montar el plato. Mejor si dejamos que se enfríe un poco el cous-cous, ya que mi resultado es que el queso quedó derretido, pero se comía igual. Mezclar todos los ingredientes y emplatar al gusto. Esta ración es bastante contundente, ya que es parecido al arroz y llena. Además con el huevo frito, ¿qué más se puede pedir?